martes, octubre 10, 2006

Expert Cheater

El domingo estaba desempolvando mis cuadernos, separatas y exámenes puesto que el siguiente mes daré mi examen para titularme, entre mis cuadernos encontré muchos papelitos como este (no se burlen de mi letra de primariosa, siempre tuve pésima caligrafía). Estos "papelitos" me hicieron recordar un pasaje de mi vida del cual no me enorgullezco, pero tampoco me arrepiento: haber plagiado en los exámenes, (creo que todos alguna vez lo hemos hecho) digamos que me dejé llevar por el facilismo (lo que les ocurre a los publicistas cuando se les acaba la creatividad y optan por lo más sencillo, por ejemplo poner chicas con escasa ropa para publicitar cerveza, nunca falla). Sin embargo no fue siempre así, al contrario, en primaria y en hasta los primeros años de secundaria era muy estudiosa, y conservo los diplomas que lo demuestran. Que me pasó? Entendí que la nota nunca puede reflejar el nivel de entendimiento y comprensión de una lección (eso quedaba en la conciencia de cada uno), así que me relajé un poco, luego los cursos se pusieron más difíciles (sobre todo ciencias), por ende hacía mis acordeones con las fórmulas de los ejercicios para las prácticas y exámenes, no era la única pues en el salón el 85% plagiaba (y que decir de los otros salones). El asunto fue que me volví una experta en el arte de plagiar, porque no se trata sólo de hacer acordeones, claro que no, aquí algunas recomendaciones:

1) Seleccionar información: Si te dan los temas que abarcará el examen, no hay problema, pero si no, tienes que seleccionar la información relevante, lo cual si has estado atento en clase sabrás en que temas el profesor hizo hincapié y que posiblemente tomará. Si no estuviste atento tendrás que hacer un resumen.

2) La ubicación: Muchos creen que el sentarse atrás o a los extremos es más fácil para copiar. FALSO, independientemente de que los profesores ya sepan quienes son los propensos al plagie, esos sitios implica mayor atención por parte del docente. Yo siempre me sentaba en la tercera carpeta adelante de la fila del medio. Si vigilaba desde adelante tenía ventaja de ver su posición, y si estaba atrás escuchaba sus pasos y aprovechaba cada distracción que originaba algún compañero al hacerle una consulta. Cuando estudié mi carrera fue mejor, porque había televisores, entonces me sentaba en la misma posición que cuando estaba en el colegio, solo que usaba los televisores para ver (como un espejo) la posición del profesor cuando éste vigilaba desde atrás.

3) Métodos: Hay muchos, el más común es hacer tu papelito con las respuestas, siempre lo hice a mano, ya estudiando la carrera, algunos lo hacían con la PC, fuente arial, tamaño 7, recuerdo. Una amiga le pegaba cinta scotch, para que no sonara, buen aporte que adopté. Yo era tan descarada que podía tener toda una hoja del tamaño del examen, doblado y debajo de éste, volteaba de rato en rato el examen para copiar, lo otro era, guardar el papel en el bolsillo de mi saco (en invierno), o en una cartuchera grande donde solía llevar desde goma hasta cuchilla, y lo ponía sobre mis piernas muy caleta.

4) Matar los nervios: Los profesores intuyen cuando uno está nervioso, un gesto, mirada, puede echar todo a perder. Un error en esta etapa es fatal.

Tal vez piensen que soy una dejada que no aprendió, que perdí mi tiempo, o de repente que soy una hueca que el estudio le resultaba ser una utopía, pues no es mi caso, como dije al principio, la nota no me interesaba y cuando me propuse estudiar fui honesta, cuando estudié la carrera los dos primeros ciclos me dediqué a estudiar, y sacaba buenas notas, lo que llamó mi atención fue que hasta el más retrasado aprobara (era un pastrulo quemadazo que ni entraba a clases). Después despejé mis dudas al descubrir que algunos profesores tomaban el mismo examen todos los ciclos (el maldito tenía los exámenes que nos iban a tomar, que injusto!!), entonces le pedíamos a algunos amigos del siguiente ciclo sus exámenes y prácticas, procurábamos que no pasara por muchas manos para no levantar sospecha (en un curso todos sacaron de 17 a 20, el profesor se dio cuenta y cambió el examen final) en fin el caso de los profesores será otro tema aparte para analizar, muy pronto escribiré un post sobre ellos.

Bueno a la pregunta si alguna vez me descubrieron, pues no, nunca, y sí era conciente lo que me jugaba, mi credibilidad y mi imagen ante ellos, hubiese sido un precio muy alto que tendría que pagar. Estudiaba solo los cursos que me interesaban, y por lo profesores que yo creía valían la pena. Si me preguntan si aprendí algo? Por supuesto que aprendí, asistí a todas las clases aunque no me gustara o me pareciera aburrida, y el hecho de hacer mis papelitos implicaba hacer un resumen, que implicaba leer o practicar (a veces no necesité sacar el papel, porque lo tenía memorizado). The only truth is I never cheat myself, para los demás sacar un 17 o 18 los motivaba y les aumentaba el ego, a mi no, porque sabía que no lo merecía (es decir con los pies bien firmes en tierra). Si tuve remordimiento? Claro, tenía un profesor que era todo un caballero, pero estaba tan ocupado en su trabajo en el ministerio que no tenía tiempo de elaborar su exámenes (eso es solo excusa).

Bueno, esa estrategia no planificada de ser chancona al principio y relajarme después, me resultó, pues gané respeto por parte de los profesores, me creyeron muy responsable, seria, incapaz de cualquier acto de rebeldía, lo cual me excluía de ser el punto de atención del profesor en medio del examen, mis amigos también se me creían responsable y luego se dieron cuenta, y los que no me conocían bien tenían el mismo concepto de mi que los profes. Así ejercía cierta influencia (que bien se siente tener poder), adoptando un comportamiento normal para el resto pero inusual para mi misma (inusual, en el sentido de que a veces tengo fijaciones perversas, que solo viven en mi mente y que el común de la gente no lo percibiría).


Ahora para finalizar mi etapa académica (nada brillante por lo expuesto), daré el examen de titulación para voltear esta página en mi vida. Por supuesto honestamente (estaré rodeada de profesores que dispararán preguntas una tras otra), el problema es “repasar” cuatro ciclos (2 años) en menos de mes, ese será mi reto. Ya les contaré si apruebo o no.

7 comentarios:

Angélica Camacho dijo...

Fijaciones perversas que viven en tu mente? ja ja, bien podrias ser la protagonista de un thriller sicológico.
Te deseo mucha suerte en ese último examen, allí no hay opción a copia pero igual me tinka que la haces.

Amatista dijo...

Pues sí, no todos somos totalmente buenos o malos, en mi caso creo que prima el lado perverso que vive en mi mente y que las personas no perciben, fácil y soy una desequilibrada mental, entonces tendré que fingir que pienso "normal" para que no me crean loca, pues la sociedad no perdona y no respeta formas de pensar diferentes a los patrones que ellos consideran éticos y morales.

AZzRaeL dijo...

El plagio es una actividad aceptada por la sociedad, no te preocupes.
Por mi parte, voy en sexto ciclo y hasta ahora no aprendo a hacerlo, por lo que mis notas no ascienden a más de catorce en promedio y a veces me pregunto cómo fue que pasé el colegio.

shung dijo...

chanfle en esta etapa universitaria en la que me he relajado hasta decir basta... lo unico que hago es estudiar media hora antes del examen y por siaca las dudas sacar fotocopia (obvio que super reduccion) de mi codigo civivl penal o mi cuaderno :P

limakaliente dijo...

Plagiar en los exámenes? NOOOOO,eso no se hace. Mala, mala, mala

Anónimo dijo...

...Si pues no todos tenemos la capacidad de poder dar examenes, sacar buenas notas, no copiar y encima entender lo que lees; pero justamente esos animales son los que hacen q en Peru exista tanta gente estupida...

Amatista dijo...

No se puede esperar mucho en cuanto a educación, tomando en cuenta que según las estadísticas estamos penúltimos en Latinoamérica, en mi opinión todo el sistema es ineficiente, solo nos enseñan a repetir mas no a pensar. En países desarrollados tienen otro sistema de evaluación, en el cual todos tienen la oportunidad de acceder a la universidad, pues éstas no toman un examen de admisión, y en el transcurso de la carrera los estudiantes demuestran si son capaces o no. Lo cierto es que no podemos ser buenos (ni honestos) en todo.